Cáncer Colorrectal
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El cáncer colorrectal es el cáncer que se origina en el colon o en el recto. El colon forma la mayor parte del intestino grueso. El recto es la parte que conecta el colon con el ano. Tanto el colon como el recto forman parte del sistema digestivo. Ayudan a eliminar los residuos sólidos del cuerpo. El cáncer colorrectal, a veces, se denomina “cáncer de colon” o “cáncer de recto”, dependiendo del lugar dónde se origine. Los dos cánceres son presentados juntos en este folleto porque sus tratamientos son similares. La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como crecimientos llamados pólipos. Pueden formarse en el revestimiento interno del colon o del recto. La mayoría de los pólipos no son cancerosos, pero algunos pueden convertirse en cáncer con el tiempo.
El cáncer colorrectal es uno de los cánceres diagnosticados más comúnmente en los EE. UU. pero los casos han disminuido a medida que más personas se hacen pruebas rutinarias de detección de cáncer colorrectal. Algunas de estas pruebas de detección, como las colonoscopias, permiten a los médicos eliminar pólipos antes de que puedan convertirse en cáncer.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los EE. UU. y la Sociedad Americana de Cáncer recomiendan que las personas con riesgo de padecer cáncer colorrectal comiencen a hacerse pruebas de detección temprana a los 45 años.
Subtipos de Cáncer Colorrectal
Los dos tipos principales de cáncer colorrectal son el cáncer de colon y el cáncer de recto. La mayoría de los cánceres colorrectales son adenocarcinomas. Comienzan en el tejido glandular que recubre los órganos. Comienzan como pólipos adenomatosos que son inofensivos al principio, pero se podrían transformar en cáncer con el tiempo.
En raras ocasiones se pueden encontrar los siguientes tipos de cáncer en la zona colorrectal:
- Tumor carcinoide: Estos cánceres comienzan en las células que producen hormonas en el intestino. También se denominan tumores neuroendocrinos (TNE). Crecen lentamente y pueden tratarse con cirugía o terapia hormonal.
- Tumor estromal gastrointestinal (GIST por sus siglas en inglés: Gastrointestinal Stromal Tumors): Estos tumores pueden formarse en cualquier parte del aparato digestivo, pero, rara vez, aparecen en el colon. Son sarcomas de tejido blando, es decir que comienzan en el tejido blando que conecta los huesos o los músculos. Cuando se convierten en cáncer, se consideran sarcomas y se tratan como tales.
- Linfoma: El linfoma es un cáncer de la sangre que puede comenzar en el colon. Incluso si el cáncer se encuentra en el colon, se trata como linfoma. El linfoma colorrectales raro.
Factores de Riesgo
El riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta con la edad. El cáncer colorrectal es mucho más frecuente después de los 50 años.
Algunos factores de riesgo del cáncer colorrectal son factores vinculados con el estilo de vida que pueden ser cambiados o modificados. Los siguientes son algunos de esos factores:
- Tener sobrepeso u obesidad
- Realizar poca o ninguna actividad física
- Consumir alcohol de forma moderada o excesiva
- Fumar
- Comer mucha carne roja o carnes procesadas
- No consumir suficiente calcio
- No comer suficientes cereales integrales, frutas y verduras
Otros factores de riesgo que no pueden modificarse son los siguientes:
- Antecedentes personales de pólipos en el colon
- Antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos
- Antecedentes personales de cáncer de ovario, cáncer de endometrio (cáncer en el revestimiento del útero) o cáncer de mama
- Enfermedad inflamatoria intestinal crónica (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn)
- Diabetes tipo 2
- Condiciones genéticas hereditarias, como poliposis adenomatosa hereditaria (FAP, Familial Adenomatous Polyposis) y síndrome de Lynch. El síndrome de Lynch es la forma hereditaria más común del cáncer colorrectal. También se conoce como “cáncer colorrectal hereditario sin poliposis” (HNPCC, Hereditary Nonpolyposis Colorrectal Cancer). Representa entre el 2% y el 4% de todos los cánceres colorrectales.
Tener una enfermedad genética hereditaria o antecedentes familiares de cáncer colorrectal puede afectar las pruebas de detección. Estas enfermedades pueden impactar la edad en la que se debe hacer la prueba de detección, el tipo de prueba de detección que se haga y la frecuencia con la que deben ser realizadas.
Signos y Síntomas
Muchas personas con cáncer colorrectal no presentan ningún síntoma. Esto se debe a que los síntomas suelen aparecer cuando el cáncer está más avanzado.
Los siguientes son posibles signos del cáncer colorrectal:
- Sangre (rojo brillante o muy oscura) en las heces
- Cambio en los hábitos intestinales
- Cansancio constante o anemia
- Diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía por completo
- Molestias abdominales generales (dolores por gases, hinchazón, sensación de saciedad o calambres frecuentes)
- Deposiciones más delgadas que lo habitual
- Vómitos
- Pérdida de peso sin causa conocida
Si tiene estos síntomas, es importante que consulte a su médico para que le haga un examen físico, un análisis de sangre y una colonoscopia.
Diagnóstico y Determinación del Estadio
Diagnóstico
Para diagnosticar el cáncer colorrectal, su médico probablemente le hará las siguientes pruebas:
Examen físico: Durante el examen, su médico buscará sensibilidad, hinchazón o crecimientos inusuales en el recto. También examinará el resto de su cuerpo para detectar signos de propagación a otros sitios y evaluar su salud general.
Colonoscopia: Su médico querrá observar el colon y el recto. Esto requerirá una colonoscopia. Su médico le dirá cómo prepararse en casa la noche anterior a esta prueba de detección. Durante la colonoscopia, su médico insertará una pequeña cámara en un tubo largo y flexible a través del ano y el recto y en el colon para examinarlo. Eliminará los pólipos que encuentre y tomará muestras de cualquier otro tejido anormal en el colon. Esto se llama biopsia. Otro médico llamado “patólogo” analizará las muestras bajo un microscopio para buscar cáncer.
Análisis de sangre Su médico le pedirá un hemograma completo (CBC, Complete Blood Count) para evaluar su estado de salud. El CBC proporciona información sobre su recuento de glóbulos rojos. Debido a que muchas personas con cáncer colorrectal pierden sangre en las heces, aunque no puedan verlo, su recuento de glóbulos rojos puede ser bajo. Esto se denomina “anemia”. Su médico puede tratar la anemia para que usted se sienta más fuerte y menos cansado.
Su sangre también puede analizarse para detectar antígeno carcinoembrionario (CEA, Carcinoembryonic Antigen) y ADN tumoral circulante (ctDNA, Circulating Tumor DNA). El CEA es una proteína producida por las células cancerosas. Es posible que su médico quiera analizar su sangre para detectar el CEA antes de iniciar el tratamiento y nuevamente durante el tratamiento para ver si está funcionando. Al analizar su sangre para detectar ctDNA, su médico puede ver si hay ADN tumoral presente en el torrente sanguíneo.
Pruebas de imágenes (o escaneo): Estas pruebas permiten a su médico ver si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo. Puede realizarse una TC (tomografía) de tórax, abdomen y pelvis. Su médico también puede solicitar una resonancia magnética (MRI). Si tiene cáncer rectal, es posible que le hagan una prueba de ultrasonido endoscópico. Otras pruebas de imágenes: las radiografías de tórax y los escaneos PET no se usan habitualmente para el cáncer colorrectal. Pero su médico puede indicarlo si desea obtener más información sobre la posible propagación del cáncer.
Análisis de biomarcadores de su tejido tumoral: Su médico puede analizar el tejido tumoral extraído durante una biopsia o cirugía en busca de biomarcadores. Estas pruebas pueden ayudar a sus médicos a evaluar qué tratamientos son adecuados para usted y si su cáncer es hereditario.
- Todos los pacientes con cáncer colorrectal deben preguntar a su médico si se les ha realizado una prueba de inestabilidad microsatelital (MSI-high, Microsatellite instability) o de alteración de la vía reparadora (dMMR, deficient mismatch repair). Si la prueba MSI-High o la dMMR son positivas, su médico puede hacerle una prueba adicional para ver si su cáncer es hereditario. Esta segunda prueba identificará los genes que aumentan el riesgo de cáncer hereditario, como el síndrome de Lynch.
- Si la prueba de PIK3CA (quinasa PI3) es positiva, es posible que tomar aspirina después de la cirugía de cáncer colorrectal sea beneficioso para Ud.
- Los pacientes con cáncer colorrectal avanzado o metastásico deben preguntar a su médico si le han hecho una prueba de genes KRAS, HER2, NRAS y BRAF. Estas pruebas ayudan a su médico a determinar qué tipo de tratamiento pudiera funcionar mejor en su caso.
Cirugía: Puede que el diagnóstico final y el estadio del cáncer no se conozcan sino hasta después de la cirugía. Durante la cirugía, un cirujano extirpará el tumor, así como el tejido que rodea al tumor (llamado “márgenes tumorales”). También es posible que extirpen la grasa y los ganglios linfáticos adheridos a la zona donde se encontró el tumor. Un patólogo examinará el tejido que se extrajo durante la cirugía para ayudar a determinar el estadio del cáncer.
Determinación del Estadio
El “estadio” de un cáncer es una medida que determina hasta dónde se ha propagado el cáncer. El estadio del cáncer colorrectal se establece tomando en cuenta tres factores:
- Tumor (T): Mide la extensión o crecimiento del tumor desde el revestimiento interno del colon a través de las capas de sus paredes.
- Nódulos (N): se refiere a si se encuentran células cancerosas en los ganglios linfáticos cercanos al lugar del cáncer y cuántos ganglios están afectados. Los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas con forma de frijoles que se encuentran en todo el cuerpo. Filtran sustancias en un líquido llamado “linfa” y ayudan a combatir infecciones y enfermedades.
- Metástasis (M): Si se ha propagado el cáncer más allá del área del colon a órganos distantes como los pulmones, el hígado, los huesos o el cerebro.
A cada factor se le asigna un número. La letra X se utiliza para los factores que no pueden medirse. Por ejemplo, un tumor podría ser T3, N2 y M0. Los números se agrupan para asignar un estadio, de 0 a IV (0 a 4). Cuatro indica cáncer avanzado que ha crecido y se ha extendido.
Colon Cancer Stages
- Estadio 0: El cáncer se encuentra únicamente en el revestimiento interno del colon o el recto.
- Estadio I: Estadio I: el cáncer se ha extendido a las capas medias de la pared del colon o del recto.
- Estadio II
- Estadio IIA: El cáncer ha crecido hasta la capa externa del colon o el recto, pero no la ha atravesado.
- Estadio IIB: El cáncer ha atravesado la pared del colon o el recto, pero no se ha propagado a otros tejidos ni órganos cercanos. No se ha extendido a los ganglios linfáticos vecinos.
- Estadio IIC: El cáncer ha empezado a crecer en tejidos u órganos cercanos.
- Estadio III
- Estadio IIIA: El cáncer se ha extendido a las capas medias de la pared del colon o del recto y a un máximo de tres ganglios linfáticos. O el cáncer aún no se ha extendido a la capa media del colon, pero afecta de cuatro a seis ganglios linfáticos.
- Estadio IIIB: El cáncer se ha diseminado a un máximo de tres ganglios linfáticos cercanos. También se ha extendido a las capas externas de la pared del colon, a la grasa o tejidos u órganos cercanos o a través del peritoneo. (El peritoneo es una membrana delgada que recubre el interior del abdomen.)
- Estadio IIIC: El cáncer se ha diseminado a cuatro o más ganglios linfáticos cercanos. También se ha extendido hacia la capa externa de la pared del colon, o más allá de esta, a la grasa u órganos cercanos, o a través del peritoneo.
- Estadio IV: El cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, como el hígado o los pulmones. El estadio IV se divide en IVA, IVB y IVC dependiendo de la cantidad de órganos distantes o partes del cuerpo afectadas. El estadio IVA incluye un órgano distante. El cáncer en estadio IVB se ha extendido a dos o más órganos distantes. En el estadio IVC, el cáncer se ha extendido al peritoneo. El estadio IV (4) también se denomina cáncer avanzado o metastásico.
Cáncer Rectal
- Estadio 0: El cáncer se encuentra únicamente en el revestimiento interno del recto.
- Estadio I: El cáncer se ha extendido a las capas medias de la pared del recto. No se ha extendido a la pared externa del recto ni al exterior del recto.
- Estadio II
- Estadio IIA: El cáncer ha crecido hasta la capa externa del recto, pero no la ha atravesado.
- Estadio IIB: El cáncer ha atravesado la pared del recto, pero no se ha propagado a otros tejidos u órganos cercanos. No se ha extendido a los ganglios linfáticos vecinos.
- Estadio IIC: El cáncer ha empezado a crecer en tejidos u órganos cercanos.
- Estadio III: El cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, pero no a otras partes del cuerpo.
- Estadio IIIA: El cáncer se ha extendido a las capas medias de la pared del recto y a un máximo de tres ganglios linfáticos. O el cáncer aún no se ha extendido a la capa media de la pared del recto, pero afecta de cuatro a seis ganglios linfáticos.
- Estadio IIIB: El cáncer se ha diseminado a un máximo de tres ganglios linfáticos cercanos. También se ha extendido a las capas externas del recto, a la grasa u órganos cercanos o a través del peritoneo. (El peritoneo es una membrana delgada que recubre el interior del abdomen.)
- Estadio IIIC: El cáncer se ha diseminado a cuatro o más ganglios linfáticos cercanos. También se ha extendido hacia la parte externa de la pared del recto, o más allá de esta, a la grasa u órganos cercanos, o a través del peritoneo.
- Estadio IV: El cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, como el hígado o los pulmones. El estadio IV se divide en IVA, IVB y IVC dependiendo de la cantidad de órganos distantes o partes del cuerpo afectadas. El estadio IVA incluye un órgano distante. El cáncer en estadio IVB se ha extendido a dos o más órganos distantes. En el estadio IVC, el cáncer se ha extendido al peritoneo. El estadio IV (4) también se denomina cáncer avanzado o metastásico.
Grado
Su médico puede asignar un grado (G) al cáncer. El grado es un número entre 1 y 43 que describe cómo se ven las células cancerosas bajo un microscopio. Las células cancerosas se comparan con las células normales. Cuanto mayor es la cantidad de celular cancerosas, menos se parecen a las células normales. GX se utiliza cuando no es posible clasificar las células. El grado ayuda a su médico a entender la rapidez con la que crece el cáncer y la probabilidad de que se extienda. El cáncer que crece rápidamente se describe como cáncer agresivo.
Tratamientos y Control de los Efectos Secundarios
El tratamiento del cáncer colorrectal (CCR) depende de varios factores. Esto incluye el estadio y la ubicación del cáncer, así como su salud general. También deberá tener en cuenta sus preferencias y metas de cuidado que desee. Es importante que usted y su médico decidan juntos qué tratamiento es el mejor para usted. También está bien buscar una segunda opinión. Otro médico puede confirmar su diagnóstico y hablar con usted sobre otras opciones de tratamiento. Tener una segunda opinión puede ayudarlo a sentirse seguro de sus elecciones.
No tiene que apresurarse a decidir sobre su tratamiento. Si no entiende algo haga preguntas sobre su tratamiento o los términos que utilizan sus médicos. Vaya con otra persona a las citas médicas para que le brinde apoyo o tome notas. Considere la posibilidad de preguntar si puede grabar las conversaciones con su médico. Es mucha información para asimilar de una sola vez. Tener la grabación le permitirá volver a escuchar la conversación cuando piense sobre sus opciones. También puede hablar con un enfermero de oncología o un enfermero de apoyo. Ambos pueden ayudarlo a comprender sus opciones, conectarlo con servicios y brindarle asistencia.
Los principales tipos de tratamiento para el CCR son los siguientes:
La cirugía suele ser el primer tratamiento para el cáncer de colon y para algunos cánceres de recto. El objetivo es eliminar la mayor cantidad posible de cáncer.
Obtenga más información sobre la cirugía para el cáncer colorrectal
La ablación es cualquier tratamiento que destruye un tejido. En el caso del CCR, se utiliza para tratar tumores pequeños. Estos tumores generalmente se han extendido a otras partes del cuerpo, como el hígado.
Hay diferentes tipos de tratamiento por ablación. La crioablación congela las células cancerosas para destruirlas. La ablación por radiofrecuencia utiliza corriente eléctrica y calor para destruir las células cancerosas. Durante el tratamiento, una sonda se introduce en el tumor a través de la piel o a través de un corte en el cuerpo. La sonda envía calor y corrientes a las células cancerosas.
La ablación puede causar dolor local y dolor abdominal. También puede causar efectos secundarios graves. Esto puede incluir fiebre, infección hepática o sangrado interno.
La radioterapia usa rayos de alta energía para destruir o dañar las células cancerosas. El objetivo es dañar el mayor número posible de células cancerosas sin dañar el tejido sano. Para reducir los daños, las dosis son muy precisas y el tratamiento suele ser espaciado en el tiempo.
La radiación es un tratamiento común para el cáncer rectal. Es un tratamiento menos común para el cáncer de colon. A menudo se realiza en forma de radiación externa. La radiación externa se administra a través de una máquina fuera del cuerpo. Con menor frecuencia, se utiliza radiación interna (braquiterapia). La radiación interna se administra en el cuerpo a través del recto.
Los efectos secundarios más frecuentes de la radiación son fatiga, ardor o dolor en el lugar de la radiación y deposiciones blandas o sanguinolentas. La radiación en la zona pélvica puede afectar la salud sexual o la fertilidad. Si todavía planea tener hijos biológicos, pregunte sobre la fertilidad antes de comenzar el tratamiento.
La quimioterapia (también llamada quimio) utiliza medicamentos para destruir o dañar las células de crecimiento rápido como las células cancerosas. Se utiliza para reducir tumores, frenar el crecimiento del cáncer, aliviar síntomas o ayudar a las personas a vivir más tiempo.
Obtenga más información sobre los tratamientos de quimioterapia para el cáncer colorrectal
Durante la quimioradioterapia se le administra quimioterapia y radiación al mismo tiempo. Se utiliza para tratar el cáncer rectal avanzado. La quimioradioterapia puede administrarse antes de la cirugía. Esto ayudará a reducir el tamaño del tumor. La quimioterapia debilita las células tumorales. Entonces, son más sensibles a la radiación.
Este tratamiento puede causar efectos secundarios relacionados tanto con la quimioterapia como con la radiación. Consulte las secciones anteriores de quimioterapia y radioterapia para obtener más información.
La inmunoterapia trabaja con el sistema inmune para identificar, atacar y destruir las células cancerosas. Estos medicamentos pueden funcionar de diferentes maneras. Algunos refuerzan el sistema inmune para que pueda combatir mejor el cáncer. Otros medicamentos de inmunoterapia ayudan al sistema inmune a reconocer mejor a las células cancerosas.
Una pequeña cantidad de personas con cáncer colorrectal recibirán inmunoterapia como opción de tratamiento.
Obtenga más información sobre los tratamientos de inmunoterapia para el cáncer colorrectal
La terapia dirigida utiliza medicamentos que actúan sobre modificaciones específicas en las células cancerosas que las ayudan a crecer, dividirse y propagarse. Los medicamentos de terapia dirigida están diseñados para ser más precisos. Combaten las células cancerosas causando menos daño a otras células del cuerpo.
Obtenga más información sobre los tratamientos de terapia dirigida para el cáncer colorrectal
Cómo Vivir Con una Ostomía
Lleva tiempo acostumbrarse a vivir con una ostomía y es posible que haya que hacer una serie de cambios. Pero, después de una cirugía de ostomía, puede seguir teniendo una vida activa y saludable. Estos son algunos consejos para sobrellevar una ostomía:
- Contarle a la gente sobre la ostomía: Si no les dice a los demás que tiene una ostomía y una bolsa, no se darán cuenta. Tal vez, deba decírselo a su jefe porque no puede levantar objetos pesados o porque necesita usar el baño con mayor frecuencia para manejar la bolsa de ostomía.
- Cuidado de la ostomía: Debe cambiar la bolsa cada 3 a 7 días. Si tiene picazón o ardor, significa que debe cambiar la oblea (la parte que va pegada a la piel y tiene un orificio que se ajusta alrededor del estoma). Su piel se puede dañar si usa una bolsa durante un tiempo prolongado.
- Kit de suministros de emergencia: Lleve un kit de emergencia con suministros como bolsas, una brida extra cortada, un rollo de cinta adhesiva, un espejo, toallitas húmedas e hisopos de algodón.
- Ducharse y bañarse: Puede bañarse con o sin la bolsa puesta. Si quiere sacarse la bolsa para ducharse o bañarse, puede hacerlo. Se puede dejar la bolsa puesta mientras se baña o cubrirla con un plástico para mantenerla seca.
- Ropa para ocultar la ostomía: Puede tomarle tiempo encontrar la ropa con la que se sienta cómodo y que funcione con una bolsa de ostomía, pero ahora hay más opciones que nunca. Puede esconder la bolsa usando ropa holgada o suelta. Es posible que los cinturones o algunas pretinas le resulten incómodos. La ropa con pretinas más altas o más holgadas pueden funcionar mejor. Puede comprar trajes de baño de ostomía a través de tiendas especializadas y sitios web.
- Control del olor: Puede comprar productos líquidos y sólidos para ayudar a controlar el olor de la bolsa. Algunos alimentos (como los espárragos, el pescado, el ajo y las cebollas) pueden causar un olor más fuerte a la orina. Puede reducir el olor tomando más agua o jugo de arándanos. Vacíe la bolsa con frecuencia. Vacíe siempre la bolsa antes de salir de casa y cuando vaya a estar lejos de un inodoro o baño.
- Cambios en la alimentación: Tal vez, quiera limitar los alimentos y las bebidas que causan gases. Estos pueden incluir espárragos, frijoles, cerveza, brócoli, coles de Bruselas, repollo, bebidas carbonatadas, coliflor, cebollas y guisantes.
- Actividad física: Puede practicar la mayoría de las actividades físicas después de la cirugía de ostomía. Hable con su médico sobre las actividades que desea hacer. Él puede aconsejarle cómo y cuándo hacerlas de manera segura. Su médico puede sugerirle que evite los deportes de contacto para prevenir una lesión en el estoma. Si desea practicar deportes de contacto, hable con su médico o con el enfermero de ostomía. Puede recomendarle productos especiales y cosas que puede hacer para proteger su estoma mientras juega. Si levanta pesas, pregunte a su médico cuándo es seguro volver a empezar. Puede comprar un cinturón o una faja especial para mantener su bolsa de ostomía en su lugar para correr, nadar o realizar otras actividades deportivas. Esto puede ayudar a evitar que la bolsa de ostomía se afloje y se genere una fuga.
- Viajar con una ostomía: Cuando viaje empaque suministros adicionales. Si viaja en avión, guarde algunos suministros en su bolso de mano en caso de que se pierda el equipaje despachado. Limite lo que come antes de viajar.

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